Spoiler: Mujer discriminada – Sabiha Gökçen

Volar siempre había sido impensable, para una mujer algo imposible. Que una mujer se convirtiera en aviadora era algo impensable por los prejuicios establecidos pero Sabiha Gokçen los rompió todos.

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Fue adoptada por el padre de la patria turca, Atatürk, en Brusia al conocer las malas condiciones de vida en las que vivía.

Quedó fascinada por el mundo de la aeronáutica cuando acompañó a su padre a la inauguración de la Escuela de Vuelo en 1935. Más tarde, inició allí sus estudios, recibiendo formación como piloto de guerra.

Entró en la Academia de la Fuerza Aérea y obtuvo su licencia como piloto. Permaneció en la Fuerza Aérea durante 28 años.

En 1937, ingresó en la Fuerza Aérea Turca donde Sabiha combatió en la masacre de Dersim, siendo la primera mujer piloto de combate del mundo. Por su labor recibió una carta de agradecimiento y una medalla.

Fue nombrada instructora jefe en la Academia Aeronáutica turca, formando a mujeres para ocupar el cargo de piloto. Ella marcó un punto y aparte.

Sabiha se convirtió así en un símbolo de prosperidad y de modernidad, algo por lo que luchaba su padre adoptivo, Atatürk.

Su padre era firme defensor de la igualdad entre hombres y mujeres. Por ello, apoyó y animó a Sabiha a conseguir todos sus objetivos.

Es cierto que las mujeres por entonces no contaban con apenas derechos. No todos estaban de acuerdo con la incorporación de las mujeres a los puestos de trabajo.

Participó en bombardeos, cazas, misiones… y se retiró en 1964, dedicándose a dar charlas y conferencias a futuros aviadores. Recibió en 1991 la medalla de oro de la Federación Aeronáutica Internacional por su aportación a la historia de la aviación.

Sabiha falleció en 2001 con 88 años, tras una larga e intensa carrera como aviadora de combate y militar.

Se intenta desprestigiar sus logros diciendo que todo lo que consiguió fue gracias a quien era su padre. Puede que sufriera menos discriminación por ello, tampoco lo sé.

Lo que está claro es que ella hizo y pasó todas las pruebas necesarias para conseguir su título y todos los cargos que se le ofrecieron a posteriori.

Ya todos sabemos cómo molesta que una mujer consiga ciertas cosas y como no, todos los logros de una mujer se deben a un hombre, en este caso, su padre.

Demostró que la mujer podía alcanzar todo lo que se propusiera, rompió los esquemas y supuso un paso más en la liberación de la mujer en su obligación por adquirir el rol de ama de casa.

@ciaoatenea

7 comentarios en “Spoiler: Mujer discriminada – Sabiha Gökçen

  1. Fenrir dijo:

    Muy interesante. Como apasionado de la aviación siempre he seguido con interés los logros de las mujeres en este campo a lo largo de la historia. Si no la conoces, te recomiendo leer algo de Amelia Earhart, fuente de inspiración para muchos miles de mujeres, y que fue homenajeada en un capítulo de Star Trek: Voyager. Saludos y buenos vuelos.

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  2. Manuel Ariza Canales dijo:

    Como regalo de bienvenida a “Gravedad cero”, te dejo un texto que quizá conozcas:
    SI ÉL HUBIERA NACIDO MUJER
    De los 16 hermanos de Benjamín Franklin, Jane es la que más se le parece en cuanto a talento y fuerza de voluntad.
    Pero a la edad que Benjamín se marchó de casa para abrirse camino, Jane se casó con un talabartero pobre, que la aceptó sin dote, y 10 meses después dio a luz a su primer hijo. Desde entonces, durante un cuarto de siglo, Jane tuvo un hijo cada dos años. Algunos niños murieron, y cada muerte le abrió un tajo en el pecho. Los que vivieron exigieron comida, abrigo, instrucción y consuelo. Jane paso noches en vela acunando a los que lloraban, lavó montañas de ropa, bañó montoneras de niños, corrió del mercado a la cocina, fregó torres de platos, enseñó abecedarios y oficios, trabajó codo a codo con su marido en el taller, y atendió a los huéspedes cuyo alquiler ayudaba a llenar la olla. Jane fue esposa devota y viuda ejemplar, y cuando ya estuvieron crecidos sus hijos se hizo cargo de sus propios padres achacosos y de sus hijas solteronas y de sus nietos sin amparo.
    Jane jamás conoció el placer de dejarse flotar en un lago, llevada a la deriva por un hilo de cometa, como suele hacer Benjamín a pesar de sus años. Jane nunca tuvo tiempo de pensar, ni se permitió dudar. Benjamín sigue siendo un amante fervoroso, pero Jane ignora que el sexo puede producir algo mas que hijos.
    Benjamín, fundador de una nación de inventores, es un gran hombre de todos los tiempos. Jane es una mujer de su tiempo, igual a casi todas las mujeres de todos los tiempos, que ha cumplido su deber en esta tierra y ha expiado su parte de culpa en la maldición bíblica. Ella ha echo lo posible por no volverse loca y ha buscado, en vano, un poco de silencio.
    Su caso carecerá de interés para los historiadores.
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    Eduardo Galeano
    Memoria del fuego / Las caras y las máscaras
    Publicado por: Editorial Siglo XXI

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